miércoles, 9 de enero de 2019

La mujer se adhirió más a Rufino hasta casi pasarle un brazo por el hombro, y el marido, silenciosamente, fumando un habano en la puerta de la casa. Nosotros, mi esposa y yo, presenciábamos la escena con ganas de reír, claro, habíamos tomado cervezas nosotros cuatro

http://arcoorlo.blogspot.com/2019/01/cuba-cena-con-una-mujer-policia-y-su.html

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