humor Orlo Arco 11 de febrero a las 12:52 · El cumple de Orlando Vicente Álvarez

Orlo Arco 11 de febrero a las 12:52 · El cumple de Orlando Vicente Álvarez. Hoy cumplo 61 años bien llevados- parezco de 76- pero la vida me ha sonreído. A los 50 me dieron dos crisis hipertensiva- medicamentos y dieta sin sal. Dos años después me atacó un pre infarto- más medicamentos. Varios meses más tarde me dieron dos infartos del miocardio. En el segundo me hicieron una angioplastia- cateterismo por la arteria coronaria izquierda, me deshicieron el coágulo y me descubrieron una placa de ateroma en el inicio de la arteria aorta-me dejaron un sten. Más medicamentos y dieta sin nada de sal. Al año me detectaron una Diabetes Mellitus- más pastillas y me consiguieron trabajo suave en un convento de monjas. Las cosas que vi y olí no tienen nombre pero soy discreto, muy discreto. Me enamoré de la madre superiora que tenía los ojos azules más bellos que había visto. Pero el pellejo le colgaba por todas partes a sus 80 años y le temía al uso del viagra- ahora se le receta diariamente a los que han sufrido un infarto por eso sus mañanas son más placenteras. Al poco tiempo caí en coma diabético y mi familia pensaba que esta vez la pifiaba. El coma duró 27 días en que no vi luces ni figuras fantasmales: la nada. Mi hermano me hablaba- yo inconsciente de las aventuras de su hijo en Miami y ese fue el primer signo de recuperación: el oído- pues soñaba con parientes, amigos y colegas que habían emigrado hacía tiempo. Por fin Salí del coma poco a poco y me pasaron de terapia intensiva a la sala. Pero yo seguía delirando aunque mi hija estaba a mi lado. Me dieron el alta con más medicamentos y tres inyecciones de insulina al día y más medicamentos. La nutricionista me dijo que hiciera arroz con todo el patillaje adjunto y una pizca de comino. Ahora estoy esperando una gangrena de la pierna izquierda y le dije a mi cirujano favorito que usara un hacha estéril para ZAZ, cercenarla sobre la rodilla. Total, yo con una sola pierna puedo andar. Espero llegar a los 92 años donde me espera el Alzheimer el mismo que ataca ahora, prematuramente, al periodista A cuando escribe y reescribe sus comentarios que nadie entiende